Cuando nos encontramos ante una situación difícil, nuestro cuerpo reacciona recurriendo a los patrones de experiencia probados y a las estrategias de superación adquiridas por reflejo o aprendidas en su mayor parte automatizadas, y en consecuencia, inconscientes. Si tempranamente aprendimos a protegernos y limitarnos en situaciones desagradables o amenazantes, mediante la tensión o la sujeción del cuerpo, entonces probablemente hasta hoy sigamos contrayendo espontáneamente nuestros músculos del mismo modo en situaciones similares. Según la situación determinante y la edad en que hayas adquirido esta estrategia, tienes las regiones típicas que pueden ser ante todo los hombros. la frente, la nuca, la boca y la mandíbula, los ojos, la pelvis y/ o las nalgas. El ritmo respiratorio se modificará de acuerdo a la situación y a la antigua experiencia, e inconscientemente respiraremos más rápido, más lento, menos o más profundamente, más con el abdomen o con el pecho o contendremos totalmente nuestra respiración.
A veces cuando nos lastimamos sentimos el dolor, contraemos el cuerpo, apretamos los dientes, aspiramos el aire con un silbido. Es como si detuviéramos el tiempo para no sentir el dolor o no sentirlo con toda su intensidad… Esto a veces hace que no podamos reaccionar en forma adecuada ni flexible frente a las situaciones actuales en la adultez.
Algo que podríamos preguntarnos sería:¿ dónde aprendimos esta conducta? ¿ para qué fue útil en su momento? Es como un vestido que quedó demasiado ajustado y chico. Ahora de adultos podemos estar en condiciones de darle otra forma merced a las facultades de pensamiento, razonamiento, evaluación para tomar decisiones más conscientes y orientadas. Y todo esto tiene estrecha relación con nuestro sistema familiar.
Nos atrevemos a mirarlo de otro modo?
Prof. Cristina Rubio.
Consultas individuales.
Armonizaciones y Meditación en pareja y grupales.
Escribime: vidaenarmonia@crisrubio.com.ar
Muy bueno!!!! Un buen aprendizaje !!!!! Gracias!!!!