Hoy te comparto este hermoso cuento para comenzar a mirar nuestros chakras…
Somos un niño…
Al salir de la panza sabemos que existimos. Este es el despertar del 1°chakra una vez que salimos somos yo. Percibimos que tenemos frío, que queremos a mamá. Ahí abro al percepción del otro. Hay un yo y un aquello y este es el despertar del 2°chakra.
Una vez que estoy yo y u otro hay una necesidad interna de que el yo tome acción y surge el poder personal, respiro, grito, pido. Tengo que traer hacia mí el oxígeno. Este es el despertar del 3°chakra que es acción y movimiento.
Cuando tengo movimiento, ese aire integra, me da vida, me veo yo, el otro, el aire, otros seres, algunos me dan miedo, otros me gustan y ahí está el desarrollo del 4° chakra: la tribu, todos nosotros.
Una vez que hay un todos nosotros, quiero pedir lo que necesito y no me da miedo y comienzo a llamar, llamando a mamá. Y surge el 5° chakra: el de la comunicación, expresión, creación, un sonido desde mí.
Una vez que me comunico, me abrazan o me sacan comienzo a tomar conciencia de todo a mí alrededor y veo el 6° chakra que es la apertura y la propia visión de la realidad personal y se abre el 7° chakra que es la percepción de la realidad, de lo que me rodea, de lo que esta acá, allá y más allá.
Te invito a que te sumes a este maravilloso mundo de la exploración y reconocimiento de cada uno de nuestros Chakras o centros de energía para mejorar nuestra calidad de vida.
Prof. Cristina Rubio